No hay sensación más desagradable, que la inseguridad de no saber a donde ir. Por la gracia, Cristo nos entrega la seguridad de la vida eterna. Ese es el único camino seguro hacia donde podemos transitar. Por eso debemos mirar hacia adelante, soñando con un futuro seguro, nuevo y pleno. “Las cosas viejas pasaron”, eso implica una nueva manera de vivir. Quien ha soltado el pasado y decidió seguir a Jesús, su corazón rebosa de esperanza y no se aferra a los ríos contaminados del ayer. Las aguas de esos ríos del pasado son tóxicas y sólo traen esterilidad, dolor y muerte. Dios tiene para nosotros, cosas maravillosas. Lo que te ocurrió a tí o a otros o en el pasado, ya pasó. Mira con fe y confianza, el futuro que Dios tiene frente a tus ojos. Para que Dios opere lo nuevo y abra rios en tu desierto, necesitas liberarte de malos pensamientos y acciones pecaminosas del ayer. Para que operes en lo nuevo de Dios, necesitas tener un corazón dispuesto. Los satisfechos nunca van a recibir nada.

Dios otra vez abrirá un camino en medio del desierto para que puedas de él beber aguas nuevas y frescas de Su bendición. Él nuevamente habrá de mostrarte Su Gloria. En el desierto, el panorama de 360 grados es muy similar, no hay caminos o los que se pueden ver, son muy pocos por donde transitar. La única forma de salir del desierto, es andar por el camino que Dios abrirá para ti. Él hará algo nuevo, porque hay más de Dios para ti. Si te sientes seco y sólo, el Señor abrirá “Rios en la soledad”. Te invito en éste inicio de semana a beber del Río de Dios. Recuerda que el Señor no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Deja tu comentario al final del blog. Comparte con tus amigos y familiares el link de éste mensaje. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla